Defensa de la industria o Industria de defensa? o ninguna...

Por Hernan Longoni

Un muy breve raconto de hitos en nuestro camino a la (des)industrializacion y la ligazon de este fenomeno a la defensa.-


La matriz industrial argentina.-

La matriz económica del país estuvo ligada íntimamente a la producción agropecuaria, debido a la riqueza de la llamada pampa húmeda, que fue la base de un modelo agroexportador.-
Las presidencias de Julio Argentino Roca impulsaron este arquetipo.-
La crisis de 1890, que culminó con varias asonadas y la renuncia del Presidente Juarez Celman, provino de la decadencia de este modelo por la presencia de competitividad extranjera creciente.-
Esta renuncia trajo a la primera magistratura a un desarrollista, que ya desde la tribuna del periódico “La Prensa” había abogado por el apoyo a una industria local: Carlos Pellegrini.
Este político argentino había dicho “...si el libre cambio desarrolla la industria... el libre cambio mata la industria naciente...”.-
Así las cosas, los siguientes veinte años vieron la instalación de industrias que, de un modo embrionario, sentaron las bases históricas, aunque de modo muy limitado y sin necesidad de un empleo masivo de fuerza motriz (en general ligadas a la industria alimentaria, aprovechando la materia prima local).-
Tan es así que en 1884 “La NACIÓN publica un editorial en el que reza (Ver Alfredo Irigoin, “La evolución industrial en la Argentina”, pag 8) “...Desde hace veinte años a esta parte, el país ha adquirido un extraordinario y creciente desarrollo y puede afirmarse que ha empezado ya el período de las grandes y fecundas transformaciones industriales...”.
El fenómeno de desbordante crecimiento industrial, anotado por Aldo Ferrer (La Economía Argentina, México-Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 1981, 15サ edición, pp. 113-114,131-132, 139-140 y 174.), no parece mas que la confirmación de esta matriz, cuando lo mas destacado -en un contexto histórico- es la fundación en 1884 de la firma Bunge y Born, quien concentra la manufactura de productos de bajo valor agregado relacionados al sector agropecuario.
Siguiendo con esta tónica, que se iniciaría -podríamos afirmar- con la instalación en 1810 de los primeros saladeros, la constitución de 1853 introdujo un marco mínimo de estabilidad institucional o “seguridad jurídica. A nivel político la premisa de sostener o acompañar al sector del campo, produce en el mismo período la instalación de plantas frigoríficas de capitales ingleses. (Ver Orlando Ferreres, 2 Siglos de Economía Argentina, Fundación Norte y Sur, Argentina (2010). I.S.B.N : 9789500205719. Paginas 11 a 16.).-
El desarrollo del ferrocarril, de capitales fundamentalmente ingleses -aunque también franceses- facilitó esta suerte de marea exportadora de materiales primarios con cierto nivel -escaso- de manufactura (aunque mas bien diríamos de procesos de conservación para su envío).-
Como una suerte de contra argumento -embrionario- de esto, en 1885 se establece la firma Alpargatas, con capitales mixtos argentino-británico.-
Para 1887 un censo de la Ciudad de Buenos Aires establece que estaban instalados cuatro mil establecimientos, de los cuales solo el veinte por ciento utilizaba energía motriz.
Esta tendencia se ve revertida con lo que refleja el tercer censo nacional de 1914, esto es que el 71,3 % del consumo energético del país correspondía al sector industrial. Pero a no engañarse, el consumo doméstico en el país estaba en su albores, en la ciudad de Buenos Aires comenzó a popularizarse con la gestión del Ing. Jorge Newbery, quien 1900 fue precursor del alumbrado público e instalación domiciliaria (era Ingeniero Electromecánico), con lo cual este guarismo refleja la utilización de este tipo de potencia por un sector privilegiado que era el que podía acceder a el.-
Podríamos afirmar que lo mas destacable se produce en 1911 con la aparición de la primer industria metalmecánica vernácula, la SIAM, aunque en 1902 la siderurgia tendría su primer paso de importancia con “La Cantabria” y TAMET.-
Establecer los procesos y/o etapas de industrialización en el país aparece -ante su estudio- como cuanto menos arduo, toda vez que existen posiciones disimilares. Así, Ferrer entenderá que la existencia de “un pequeño grupo, privilegiado por el régimen de tenencia de la tierra, impidió la implementación de una política adecuada de promoción industrial” (N de A.: hasta al menos 1930 cuando se llegaría a un marco mínimo de sustitución de importaciones) -Ver Ferrer op. Cit. Pag. 113 y sgtes). Por su parte Irigoin, Dorfman y otros teóricos opinan que fue gracias a este modelo agro productor que la industria pudo desarrollarse entre los años 1880 a 1920. “Tampoco es cierto que el denominado modelo agroexportador dominante durante este periodo en detrimento de la industria pesada. Para principios del siglo XX la fuerza motriz aumentaba al 13,6 % anual y el personal empleado en la industria se incrementaba en un 4,6 % anual. Ya para 1914 el 39 % de la población total trabajaba en el sector industrial. En 1873 el sector químico empleaba 15.000 personas. Lo cual, comparado con la tasa de aumento del numero de industrias (3,8 %), implicaba un notable aumento del tamaño promedio de fábricas. A su vez, la población urbana crecía al 5,5 % entre 1895 y 1914, llegando a representar un 58 % del total, mientras la rural lo hacía al 2 %. (Dorfman, Cincuenta años de industrializacion en la Argentina, Buenos Aires, Edic. Solar, 1983, pp. 29-56). Se olvida aquí la enorme masa migratoria extranjera, la movilidad social horizontal que desplazo grandes masas de gente del campo a las zonas urbanas que contribuyeron como mano de obra no calificada a este fenómeno –aun, insistimos, embrionario- y a que en su enorme mayoría la ligazon con productos del campo era evidente -salvo las excepciones mas significativas que venimos enumerando-.-
Aun así los esforzados argumentos de quienes sostienen la segunda postura, refrendados en gran medida por la UIA (creada el 7 de febrero de 1887) parecen soslayar varios factores producidos como consecuencia de diferentes políticas de estado (como el apoyo de la industria petroquímica, la aparición de un fuerte apoyo a la industria de la defensa, las corrientes inmigratorias y migratorias internas ya mencionadas, el fortalecimiento del mercado de cambios y la eficientizacion de las vías de comunicación internas, tales como la libre circulación de los ríos y la instalación de ferrocarriles).-
Tan es así, que los estudiosos del tema, generalmente economistas, están contestes en establecer etapas del proceso de industrialización y la primera de ellas es la “pre-1930” (ver estudio del CEPAL “Etapas de la industrialización argentina”) sin discriminar -como se hizo en su época-, lo sucedido en 1880 y posterior.-
Entre 1903 y 1908 la inversión en el sector industrial creció el 16% anual y para 1910 la energía eléctrica y la de vapor era la más utilizada, generando así un esbozo de primer matriz energética local. Entre 1904 y 1910 la generación de energía eléctrica crece el 23,5 % (Ver Irigoin,op cit).-
No caben dudas que la gran guerra (1914-1818) implicó un impulso a la economía local, llegando la Argentina en 1922 a equipararse (algunas fuentes dicen que a superar) en el PIB a Canadá, EEUU y Australia, generando entonces la idea de potencia mundial, que dominaría las décadas posteriores.-
La presidencia de Marcelo T. de Alvear había visto la vuelta a un modelo predominantemente agroexportador.-
Esto se ve afianzado (O`conell 1984, Escude 1983) en la relación Argentino-Británica, materializada en el pacto Roca-Runciman en un inicio y la “crisis de 1930” en un final (“Las etapas del desarrollo industrial Argentino”, Di Tella, Zymelman, Eudeba, 1967).-
Esta economía sumamente abierta al comercio da paso a diferentes prolegómenos con posterioridad a 1930, relacionados a la implementación de dos mercados de cambio -uno oficial y otro paralelo- que viene  a intentar regular el mercado, hasta ese entonces de libre juego.-
Como vemos, estos años iniciales del germen de la industrialización, fueron de marcadas idas y vueltas de un modelo de exportación primario a intentos privados de industrias (ya mencionamos a SIAM, nombramos ahora a HAFDASA -industria automotriz y de armamento-).-
Si bien el período 1930-1943 se establecen en el país industrias de variado origen e importante peso (“Turri” que fabricaba máquinas herramientas; Acindar, 1943, acería en Rosario; Ducilo, química), aparece la necesidad de sustitución de importaciones por diferentes cuestiones de política internacional y local, tales como la inmediata pos gran guerra, la inmediata pre segunda guerra mundial, la depresión de 1929, que ya hemos superficialmente mencionado. La enorme disparidad, en relación a las exportaciones e importaciones (estas últimas ceden y se reducen a niveles alarmantes) que por ser casi con exclusividad con Inglaterra devienen frágiles atento la situación de política internacional en la que este país se vio inmerso en estas décadas.-
En lo interno, la situación de inestabilidad política -cuyo síntoma fundamental es el derrocamiento de Yrigoyen y la llamada “decada infame”- se vio signada por un gran desequilibrio de la balanza comercial. La ausencia de ingresos aduaneros por inexistencia de importaciones y la marcada falta de productos que eso trajo como consecuencia son signo de este período.-
La caracterización socio-política de este momento y de las décadas previas de un sistema agroexportador tuvo su late motive en las palabras de Matias Sanchez Sorondo en la Cámara de Diputados, el 15 de enero de 1923, cuando afirma “...Aunque moleste al orgullo nacional, si queremos defender la vida del país tenemos que colocarnos en la situación de una colonia inglesa en materia de carnes” (Alonso, 1983, pag 108, citado por Ocon y Fernandez, Industria y Defensa, pag  146, Ed. 1884).-
La producción de bienes, que hasta ese momento se había encarado en forma exclusiva en relación a lo que se pensaba importar, comenzó a mermar, debido a este desbalanceo resultante del proteccionismo de los países destinatarios y de las necesidades de la contienda en ciernes. Los principales compradores de la argentina comenzaron a arancelar las importaciones, condenando nuevamente al país a su rol tradicional de “granero del mundo”.-
No cabe mas que pensar que las dificultades de la argentina en su proceso industrializador encuentran dos grandes limitantes, a saber: a) la ausencia de una regulación o incentivo neto y franco el estado y b) la escasa fortaleza del empresariado vernáculo, amparado en la seguridad monetaria que proveía esta agro-economía.-
Esta falta de proyección estratégica, que trajo una escasa o insuficiente industrialización, se diò de bruces con la realidad internacional al llegar el siglo XX, intentando una acción en ese sentido en un marco internacional y geopolítico desfavorable (o solo favorable a un rol de proveedor de alimentos).-
Si el siglo XIX fue el de la organización institucional, el XX fue el de las interrupciones institucionales. Este cíclico padecer no contribuyó a la organización industrial del país, ni a la consolidación de una estrategia en tal sentido.
“La problemática de la industrialización en Argentina como proceso estratégico ha sido sostenida e impulsada, desde sus inicios (n del a: en el siglo XX) por diferentes espacios de la esfera militar. EL pensamiento militar y el pensamiento estratégico en torno al desarrollo de la industria y al problema de la autonomía tecnológica han estado unidos simbióticamente” (Industria y Defensa, Da Ponte, Ocon, 1884, pag 150).
A este último razonamiento, en apariencia aplicable, debemos agregar una cierta discrepancia que no revierte el postulado. Tanto premisa como conclusión -en relación a los primeros 75 años del siglo XX- aparecen como acertadas, solo que los pilares ideológicos de dicho andamiaje no pensaban en tanto militares, sino ontológicamente como ciudadanos nacionales, proyectando una industria nacional autónoma mas allá de su condición de militar y por supuesto con independencia de los destinatarios de dicha producción. Esto es, proyectar una base industrializadora teniendo como trampolin al estado y a la industria militar, pero con una fuerza transformadora que de pie a una industria general (el accionar del Brig. San Martin y el legado de IAME es el ejemplo mas claro de esta idea).-
A riesgo de entrar en una simplificación improductiva pero a la que nos vemos obligados por cuestiones de extensión, diremos que la planificación estratégica de industrialización del país durante la primera mitad del siglo pasado tuvo la impronta de tres preclaros militares, los Grales. Mosconi y Savio y el Brig. Myr. Juan Ignacio San Martin, todos ellos militares de Ejército (San Martin pasaría a Fuerza Aérea con su creación) si, pero ingenieros de profesión todos ellos.-
Debemos manifestar, adunando nuestra postura en cuanto a que el desarrollo impulsado por estos patriotas no lo fue en cuanto militares (sino en cuanto a visionarios con la idea en la mente y la acción al alcance de su mano) tuvieron su némesis dentro de sus propias filas, cuando se presentaron trabajos tales como La Republica Argentina en su desarrollo como Nación, visto a traves de los factores geográficos. Estudios y Comunicaciones de Informacion donde se sentencia que era ilusoria la idea de una economía Argentina completamente distinta de la que existia con su base agraria y su subordinación al comercio exterior. (Pierrastegui, autor de esta ponencia, era Cnel del Ejercito Argentino).
Hablar de los tres ingenieros mencionados implicaría una tesis completa por cada uno de ellos. Tarea que dejaremos para mas adelante. La realidad es que no siendo contemporáneos (Savio y San Martin si lo fueron) sembraron la semilla de la industria estratégica argentina, en el campo del petróleo/petroquímico; la acería y la industria aeronáutica y metal mecánica (Mosconi, Savio, San Martin) que hasta la década de 1970 (cuando la industria local empezó a declinar) fue la columna vertebral de nuestro complejo industrial (y en algunos casos, como la industria petrolera y la nuclear, aún lo es).-
Para encarar la parte final de este capítulo nos vemos obligados a viajar un poco atrás en el tiempo, a un evento trascendental de la historia económica argentina, mas precisamente al 13 de diciembre de 1907, cuando Jose Fuchs (Jefe de la partida de perforación del Depto De Hidrología de la Div Minas del Ministerio de Agricultura) remite al Pte. Figueroa Alcorta telegrama en el que pone en su conocimiento del descubrimiento en Comodoro Rivadavia de petróleo. Este evento, que si bien motivo el dictado de leyes y reglamentaciones de un corte proteccionista (por definir de algún modo a la prohibición de explotación privada), marco un punto de partida y un cambio en la matriz productiva local, pese a lo cual Mosconi afirmaría que “debe reconocerse que la verdadera explotación del Yacimiento comenzó en 1914”.-
Entre 1920 y 1930, la extracción de petróleo continuo creciendo a una tasa del 18 % anual. La producción paso de 262.500 metros cúbicos en 1920 a 1.431.000 m3 en 1930. Entre 1920 y 1935, la petrolera estatal YPF aumento la produccion en un 10 % anual, mientras el sector privado lo hizo al 27 %. (Nicolas Gadano. 2006. Historia del petroleo en la Argentina, 1907-1955: desde los inicios hasta la caída de Peron. Ensayo (Edhasa (Firm) historico. Edicion ilustrada de Edhasa, 710).-
Lo expuesto así pese a que en 1922 se crea la Direccion Gral de Yacimientos Petrolíferos Fiscales, la inexistencia de refinerías hizo que el crudo sea comercializado al ….consumidor industrial, o a los ferrocarriles y empresas de navegación que lo quemaban directamente en sus calderas… (Del Rio Jorge. La política argentina y los monopolios eléctricos).-
Tiempo después, con la segunda guerra mundial (1939-1945) las inversiones británica en el país comienzan de descender a pasos acelerados, siendo èste estado el principal comprador de productos primarios locales y casi el único exportador de materiales manufacturados. Situación que la embrionaria industria nacional (pese a lo argumentado por los teóricos ya citados) no puede compensar por no estar suficientemente desarrollada la industria pesada.-
Es que el modelo económico promulgado y convalidado desde mediados del siglo XIX condiciono a la estructura productiva nacional a ocupar el rol de proveedora de recursos primarios. La destinación de la producción básica se orientó a satisfacer la demanda generada por las potencias industrializadas en un mercado internacional en expansion (Julio Cesar Spota, citado por Da Ponte y Ocon, Industria y Defensa, pag 153).-
Es recen con la aparición del "Plan Savio" que la producción de acero en el país tomo impulso (y así la de fabricaciones militares, industria del caucho y todo lo relacionado a la petroquímica), viéndose frenada en 1947 con la muerte de Savio, resurgiendo recien con la presidencia de Arturo Frondizi.-
San Martin fue el creador de la industria metalmecánica en Córdoba, mediante la adaptación del Instituto Aerotécnico, emplazado en la Fabrica Militar de Aviones, y la creación del IAME, que comenzó a fabricar, automóviles, motocicletas, tractores y vehículos utilitarios de bajo costo y simple fabricación. Por ejemplo el "Rastrojero" se fabricó hasta 1980, cuando por presiones de la firma Ford fue liquidado el IAME y cerrada su producción (San Martin, Juan Ignacio. "Rastrojero, la semilla de la industria automotriz argentina"). La creación del IAME no significo para el Estado Nacional costo alguno, toda vez que se trataba de una firma autónoma, con capitales propios, obtenidos con créditos del Banco Industria de la Republica Argentina, que, aun a baja tasa, debía solventar con su producción.-
Esta primera etapa del siglo XX (1900-1955) estuvo, como veremos, signada por el impulso simbiótico militar/industrial, con un correlato jurídico que fue marco regulatorio de dicho accionar.
La Ley 11266 fue dictada durante el Gobierno de Marcelo T. de Alvear, con la finalidad de destinar presupuesto a las fuerzas armadas de la nacion. Lleva por fecha 24 de octubre de 1923 y en su articulo 5 expresa que se dicta para fomento de la industria aeronáutica, adquisición de material de aviación y aeronáutica e instalación de talleres.-
Esta Ley 11266 destinaba la suma de cien millones de pesos a los fines de la adquisición de material bélico en el exterior.-
Ese instrumento legal fue muy controvertido, ya que como expresara Pierrastegui ("La Republica Argentina en su desarrollo como Nación, visto a traves de los factores geográficos. Estudios y Comunicaciones de Información" citado entre otros por Daponte) era ilusoria la idea de una economía  Argentina completamente distinta de la que existía.-
Como fuere y pese a esta resistencia tan propia y siempre tan presente en la cuestión industrial nacional, esta ley origino la Dirección Nacional del Fabricaciones Militares (nacida por Ley 12709), y que organizo una serie de plantas fabriles –Rio III la primera- que incluyo a la "Fábrica Nacional de Aviones" (nombre originario de este complejo cambiado a "Fabrica Militar de Aviones" por Dec. De julio de 1927, publicado en el BM 2198).-
Si bien la ley de "abastecimiento militar" -que así se denominaba- tenia por finalidad traer material belico del exterior, se contradecía a si misma cuando establecía que el material aéreo debería ser preferentemente local.-
Sirvio como instrumento iniciático para que durante la presidencia de Agustín P Justo, en manos de Francisco de Arteaga y Bartolomé de la Colina, poco tiempo después se concretara un complejo industrial en el dominio orgánico de la Dirección General de Fabricaciones Militares. Órgano este Ultimo que posibilitara el desarrollo de políticas de defensa acordes con el marco político del momento.-
Para 1931 de esta suma solo se habían invertido en la construcción de las instalaciones de la Fabrica la suma de pesos seis millones y medio.-
La Ley 12254, que dio un marco de aparente legitimidad a este cambio de orientación, o mejor dicho a esta vuelta a la dependencia extranjera, asignando un presupuesto de cuarenta y dos millones de pesos, equivalentes en ese momento a catorce millones de dólares, contra los noventa y seis millones de dólares que representaban en esos años los cien millones de pesos de capital inicial PARA EL MATERIAL A ADQUIRIR PARA TODAS LAS FUERZAS ARMADAS en el exterior.- (Ver “FMA, 1927-1955, Georg Von Rauch, Mauricio Hernan Longoni, Ed. La Plume du Temps).-
El primer plan quinquenal de Juan Domingo Peron trajo tras de si una visión mas localista de la industria, condicionado -dato insoslayable- por la acción de EEUU en relación a la postura de Peron de mantener la neutralidad en un mundo polemial. La vuelta a un modelo agroexportador, que aportará finanzas frescas y elevadas, volvió a tener su contracara en la ausencia de materias manufacturadas, que debieron ser producidas en el país mediante un profundo proceso de industrialización por sustitución de importaciones.-
Nace aquí el plan nuclear argentino, mediante la sanción del Decreto 10936 del año 1950, que crea la DNEA y la CNEA, cuadro que se mantuvo esencialmente intacto y en funcionamiento hasta la sanción de la Ley 24804 de los años 1990.-
También en 1953 se crea AFNE, nacida del Astillero Río Santiago (1934); y de TANDANOR  -actual CINAR- derivaria un gran complejo industrial nacional.-
El período posterior a la segunda guerra mundial puede entenderse que esta apuntalado, desde el punto de vista industrial, con dos grandes pilares: a) el ingreso de grandes cantidades de divisas producto de las exportaciones de materias primas durante la guerra (en el que incluiremos las nacionalizaciones de empresas de capitales inglesas, como los ferrocarriles, de todos modos ya próximos a su vencimiento y en estado de abandono administrativo) y la llegada de personal técnico altamente calificado de Alemania, Italia y Francia, con relación a sectores de alto valor agregado
En tal sentido sostiene Stanley (1999, Modernización por migración alemana en Argentina y Brasil)  que ...Aunque la industrialización y especialmente el crecimiento de la producción de armas, era un objetivo compartido por las elites de los dos países, hubo notables diferencias respecto al rol del estado en el proceso de industrialización, La existencia de un empresariado local débil, en particular por su baja capitalización, era percibido como un obstáculo al proceso de crecimiento industrial. Pero mientras en Brasil predominaría ila idea de que el estado debe contribuir al desarrollo en forma directa, a través de concesiones fiscales, subsidios, mercados garantizados e incentivos semejantes, la elite en Argentina opto una estrategia diferente: el estado, a través de su aparato militar, jugaría un papel protagónico en el proceso de industrialización...”.
La década de 1960 vio un cambio en este paradigma anotado por Stanley, ya que la llegada al poder en 1958 de Frondizi, trajo consigo ideas desarrollistas que promovieron la inversión extranjera, priorizando la inversión privada por sobre el sistema de subsidios y privilegios impositivos (lo que en lineas generales fue el modelo brasilero).
La industria automotriz -que aprovecho la capacidad siderúrgica instalada ya mencionada mas la inauguración, en julio de 1960 ,del alto horno en San Nicolás, -consecuencia directa de las políticas de Savio- junto a la petrolera y a la petroquímica (recordemos el accionar de Mosconi), fueron el tractor más fuerte industrialmente hablando en este periodo, junto a IAME (recordemos el accionar de San Martin), y a la instalación de la firma IKA; luego Renault, aprovechando la capacidad instalada de la firma cordobesa, produciendo sin embargo vehiculos desfasados ya fuera de producción en su lugar de origen.-
La sanción de las leyes 14780 y 14781 de inversión industrial y el Dec. 3693 de régimen de promoción de la industria automotriz son ejemplos legales de este momento industrial, que sin embargo generaron en la economía picos de inflación que hasta ese momento -además de perjudiciales- serian novedosos.-
SOMISA, en la siderurgia, PASA, Duperial, Indupa e Ipako en la petroquímica, son ejemplos de radicacion de industrias al amparo de esta legislación.-
El cambio de tinte político, ocurrido en 1963 con la asunción del Presidente Illia, trajo mas novedades en el campo del derecho laboral y de la seguridad social que en lo industrial propiamente dicho, con la sanción entre otras de la ley del salario mínimo vital y movil.-
La interrupción del régimen democrático por el golpe de 1964 que puso al General Ongania en la primera magistratura, trajo -desde el punto de vista que nos convoca- pocas novedades, salvo la fundacion de la planta papelera y azucarera de Ledesma y cierta continuidad de la capacidad instalada, que permanecería en ese cuadro de situación hasta 1974 con el regreso del peronismo al poder.
Juan Domingo Peron propondria políticas de instalación de nuevas industrias, instaurando un régimen de exportaciones subsidiado (el BCRA compraba al exportador y financiaba al cliente extranjero), lo que a la postre trajo como consecuencia un desequilibrio en la balanza de pagos y genero inflación.-
El golpe de 1976 trajo junto al gobierno de facto a ideas liberales en la economía favoreciendo algunos emprendimientos de origen militar, como la instalación -previo acuerdo con la Thyseen Henschel de Alemania- de la fabrica TAMSE (tanque argentino mediano Sociedad del Estado), o el impulso a la Fabriica Militar de aviones mediante acuerdos con Dornier (Alemania) o el contrato para la instalación o adaptación de Tandanor (estatal desde 1973) mediante la incorporación, en 1978, de un syncrolift (artilugio de proporciones gigantescas que permite mover en tierra buques enteros o partes de buques para su ensamblado) con la idea de fabricar submarinos (de origen alemán).-
En cuanto a la industria privada, en 1978 la firma General Motors deja el país y para 1980, mediante el Dec. 1440/80 se cierra IME, dejando a la Ford como lider del mercado (y prácticamente única fabricante de utilitarios) en el país.-
La actividad especulativa en el mercado de capitales, el disparo del precio del dolar y la desprotección de la industria, favoreció el ingreso de productos importados sin aranceles suficientes o ninguno, lo que repercutió muy negativamente en la industria local. El estado comienza a constituirse como principal empleador, desproporcionándose en alguna medida a las empresas del estado, tales como Ferrocarriles Argentinos, Entel, Aerolíneas Argentinas/Austral, etc etc.-
Sin embargo, de la mano de Chrysler primer y luego de Ford, en 1980 llega al país la firma Volkswagen, fabricando productos de la ex Dodge/Chrysler, y luego -bajo la  forma de “Autolatina”- vehículos Ford que en el mercado brasileño se comercializaban como VW, ej. Ford Galaxy en Argentina, VW Santana (Ex Carat) en Brasil.-
La decada de 1990 refloto estas ideas de no intervencionismo, acompañadas de privatizaciones de empresas estatales, y un achicamiento del estado. Esto aun con las industrias estratégicas que estaban en manos públicas (lease industrias de defensa, siderurgia, petróleo, etc etc) y nuevamente una desprotección de la industria privada y pública y la facilitación de ingreso de mercaderías importadas de todo tipo.-
De este modo, un importante periódico diría que ...en la Argentina de los 90 el sector de servicios es el primer empleador.. (La Nación, 10 de mayo de 1998). Aun faltarían cuatro largos años de esta política para llegar a la eclosión catastrófica del año 2002. Incautación de ahorros privados, salvataje de bancos, plan de endeudamiento y ausencia de inversión extranjera serían los determinantes de la caída mas profunda del sector productivo, principalmente el industrial.-
El estado actual de situación ve un cambio de política, retornando a un cuadro agroexportador como marco productivo e importador con disminución de aranceles.
Lo reciente de los sucesos impiden un análisis frio, pero en los números duros entre 2003 a 2007 la industria local tuvo un repunte del 10,3% anual, con un fenómeno novedoso conocido como "fabricas recuperadas", que eran establecimientos fabriles o no, que alcanzados por la crisis y el proceso de concurso o quiebra fueron entregados a los empleados, para que mediante la forma de cooperativas de trabajo siguieran la explotación (ej. Zanon, Bauen). El INTI proveyó departamentos orientativos a estas firmas que comenzaron con capitales estatales bajo la forma de subsidios no reembolsables.-

Podemos concluir, entonces, que:

Podemos sacar dos conclusiones primarias, tales son que a nivel regional Argentina tiene una matriz productiva diversificada pero sujeta a vaivenes políticos internos, que propugnan un modelo agroexportador o uno industrial pendularmente, con la salvedad que –como hemos visto- los dos procesos industrializadores más firmes en los números estadísticos (1930-1955 y 2003-2016) sostuvieron su impulso por los valores que arrojaba la balanza comercial en merito a las exportaciones agrarias.-
Que un proceso industrializador depende de una política permanente en el tiempo, que vaya acompañada de políticas económicas, fiscales, de comercio exterior y energéticas (estas últimas propias o de aliados estratégicos –siempre relativo al son de los tiempos-).-
Que la cuenta corriente de la balanza comercial debe ser sostenida por políticas de estado que no oscilen entre los extremos de la “seguridad jurídica” para los inversores extranjeros de los años 90 ni de la negación ideológica de la última década.-
Que un proteccionismo de la industria naciente ha sido una de las herramientas que le ha servido a Brasil (como vimos en los conceptos de Stanley en relación a la diferencia de modernización industrial con nuestro país) y que debe ser implementado, tal como sucede en las economías occidentales dominantes.-
Que la dependencia de terceros países para la provisión de combustible –mayoritariamente fósil-  marca una dependencia importante.-
Que desde hace unos años el país se ha convertido en importador, sobre todo de gas y petróleo, principalmente de Chile, Bolivia y Venezuela.-
Intento de revertir esta situación es la gran inversión en un importante desubrimiento, como es Vaca Muerta.-
Por último, podría afirmarse que la dependencia en cuanto a lo energético para complementar el sistema propio tiene una ventaja dentro de lo malo: no es con Brasil, principal comprador de exportaciones a nivel regional. Por su parte, la cuestión con Chile –como ya vimos país que ha sostenido reclamos territoriales y con el que hemos tenido un cuasi conflicto bélico- se ha ido solucionando en estos años de democracia por la vía diplomática, lo cual –más allá de lo meramente económico- mitiga, al menos en lo presente, esta situación desventajosa..-

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